viernes, 22 de octubre de 2010

Las Maquinitas.

Pocas cosas me llaman tanto la atención como los videojuegos. Empece a Jugar con el PSP de Ximena y la verdad mi sentí muy pero muy Tronko con esto de los Videoguegos y empece a recordar aquellos que jugábamos en los locales, tienditas, papelerías o simplemente la casa del vecino, cuando éramos jóvenes e impresionables. Tratando de recapturar toda esa aura neostálgica que marcaron mi infancia y adolescencia con el Street Fighter 2









A través de la ilustre historia de las maquinitas, hay pocos videojuegos que pueden clamar un antes y un después de su incepción. Street Fighter 2 no sólo puede escalar el Everest y gritarlo a los cuatro vientos, y nadie podría decir lo contrario. En 1991 llegó a nuestras vidas esta joyita, que, como se pueden dar cuenta por el número, era la secuela del menos reconocido SF I (de 1987). El Street Fighter I no es memorable por una sencilla razón: No es un gran juego (principalmente por su jugabilidad… o falta de ella. En serio, si te llegaba a salir un hadouken, había que partir a comprar un chesko porque era tu día de suerte… a decir verdad tenías más probabilidades de ganarte el chesko que de hacer un hadouken), pero sentó algunas de las bases que se mantendrían hasta el día de hoy: Por ejemplo, la presencia de 6 botones (una innovación a esa fecha, aunque no se encuentra en todas las versiones de este juego), salto y defensa a través de la palanca, y el uso combinado de comandos efectuados por la palanca y los botones con el fin de realizar súper ataques, entre otros
Cuando el Street Fighter II debutó, no dejó títere con cabeza. Estaba a la vanguardia en básicamente todo aspecto: Gráficas inmejorables para la época, un control (finalmente) fluido, una jugabilidad bien pensada, y personajes carismáticos, con una pequeña historia que les da una motivación para participar. Lógicamente, aplastó a la competencia. Su éxito produjo una miríada de clones que tuvieron diferentes grados de éxito. Pero Street Fighter sólo hay uno (de hecho hay caleta –versiones al menos– pero de eso más abajo).















En Street Fighter II nos dejo muchas cosas con sus personajes : CHUN-LI, la fantasía erótica de muchos ñoños digitales, y la “primera dama” de los juegos de pelea. Es cierto, ahora hay chicas mucho mejor graficadas y voluptuosas, pero nadie ha logrado ese nivel impacto y el staying power de la china del Spinning Bird Kick. Y a pesar de ser un cliché ambulante, fue uno de los primeros personajes femeninos que servían para algo más que dejarse raptar para servir de carnada para el héroe. Aparecen además: Zangief, un ejemplo que el comunismo, muchas cicatrices, un mohicano y un calzoncillo chiquito pueden hacer un luchador bastante letal; Guile, el über yankee que demostraba que su flash Kick no desafiaba tanto la gravedad como su peinado; E. Honda una mezcla de kabuki con sumo que reivindicó a los gordos de todo el mundo; Dhalsim el flacucho que convirtió al yoga en una forma de patear elongadamente y asar traseros como no se había visto antes; y Blanka el monstruo verde que todos amamos
Y cada personaje descontando sus personalidades, instauraron estilos de peleadores: Dhalsim ha sido copiado un millón de veces como el personaje lentote y con miembros que se estiran; Blanka es el santo patrono de los personajes freaks (algo que después casi todo juego tendría); Zangief es el clásico tanque, un monstruo que se ve torpe pero que con 2 llaves te dejaba listo para la foto; Honda y Guile como dos ejemplos de personajes de carga (el “atrás, adelante, golpe” que le dicen). SFII también agregó a cuatro jefes: el Perrazo Bison), al brutal Barlog, y al afeminadamente letal Vega.

Si la verdad, una chica que todos soñábamos y queríamos en esos momentos (Pinch.... Pubertos Calientes.!)

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